El comienzo de un nuevo año, sorprende a la localidad de La Emilia en un momento crucial. Y digo esto, porque las últimas lluvias ponen a prueba una obra de hidráulica que marcará un antes y un después de su historia. El adiós a las temidas inundaciones es una esperanza que está por convertirse en realidad.
Lógicamente, todo camino al desarrollo, produce ciertas incomodidades y quedan a la luz, defectos que pueden ir corrigiéndose con el tiempo.
La obra comenzada por TRIVIÑO S.A. tiene algunas falencias que quedaron manifestadas a fines del 2009 con dos lluvias torrenciales.
Si bien dicen que las máquinas de bombeo funcionaron más de 80 horas sin ningún inconveniente, las aguas productos de las fuertes lluvias no fueron evacuadas del casco urbano que la rapidez que todos esperaban.
A raíz de eso hubo denuncias cruzadas entre la Delegación Municipal acusando la falencias de las obras realizadas y la Comisión Veedora de la obra, manifestando que la Delegación en su afán de protagonismo, afectó con sus maquinarias unos desagües pluviales.
Más allá de esto, también queda manifestado, que los campos que rodean a la localidad de La Emilia, no absorben el agua de lluvia como antes lo hacían.
Esto afirma el tema de la soja y la desertificación. La no absorción del agua, hace que las mismas vayan en canales construídos por los mismos campesinos, hacia el Arroyo del Medio con la consiguiente crecida de sus habituales niveles.
¿Alcanzará esta obra para albergar tanta cantidad de agua, cada vez mayor, en consecuencia al proceso del desertificación y no absorción de este líquido que produce el cultivo de soja?.
Esta es la pregunta que quizás nuestra generación no estará en condiciones de responder
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