Por casualidad (o causalidad, quien sabe) justo para el Día del Niño, me llega esta foto del lechero de La Emilia Don Pedro Recalde. El tambo estaba a mitad de camino entre La Emilia y Villa Campi. La jardinera y los recipientes lecheros de aluminio no se pierden tan fácilmente de la memoria de quienes alcanzamos a disfrutar de este servicio. La leche recién obtenida, se hervía y listo. Nadie se enfermaba y todos teníamos una infancia sana. Vaya para el y otros lecheros como Landeuix, nuestro grato recuerdo por esos momentos vividos.
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